Ante la salida occidental, Pekín se involucra en la estabilización del país
El flamante presidente afgano, Ashraf Ghani,
tiene un nuevo amigo: China. Su visita esta semana a Pekín, la primera
de trabajo de su mandato, tenía como objetivo participar en una nueva
reunión del Proceso de Estambul sobre la reconstrucción de su país y
estrechar lazos con la segunda potencia mundial. Se ha saldado con la
promesa china de 260 millones de euros en ayuda económica y la promesa
de formación a 3.000 profesionales durante los próximos cinco años.
Además, el Gobierno del presidente Xi Jinping
se ha comprometido a participar en la construcción de infraestructuras y
a animar a sus empresarios a invertir, especialmente en el sector
minero... (Lea más)